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viernes, 24 de septiembre de 2021

Matrimonio Depredador - Capítulo 60

Capítulo 60. Cuando La Paciencia Se Agota (1)



"...Ja."

Una abrupta burla salió de detrás de sus dientes apretados. En el dorso de sus manos, aparecieron líneas azules. Blain había visto el juego explícito que se estaba realizando bajo la mesa.

Su sangre estaba irritada por el intercambio provocativo que había presenciado entre Leah e Ishakan. Con furia, Blain descartó desdeñosamente el cubierto que había recogido con la temblorosa sirvienta, que había estado esperando ansiosamente desde que el príncipe heredero se inclinó para recogerlo él mismo.

Era la primera vez que veía a alguien de la realeza hacer eso, y la expresión en el rostro de Blain después era aterradora.

Con una postura nerviosa y humilde, la sirvienta trajo inmediatamente un nuevo cubierto para él. Blain, que lo había recibido a regañadientes, no podía olvidar la imagen que había visto. Sus manos agarraron con fuerza el frío cubierto. Su agarre era tan fuerte que parecía que el cubierto se rompería bajo la presión en cualquier momento.

A diferencia de Blain, que luchaba por contener su rabia, Ishakan llevó lentamente su copa hacia sus labios y sonrió. Tenía una postura tan relajada, que se notaba fácilmente, que estaba cómodo en el almuerzo.

A juzgar por su actitud, parecía que Ishakan había actuado deliberadamente para que Blain lo viera.

Al momento siguiente, Cerdina ladeó la cabeza y miró hacia ellos. Su mirada se estrechó hacia la sirvienta, una aparente expresión de insatisfacción se extendió por su cara. Frunció el ceño con desagrado. Parecía que la reina había visto a Blain recoger el cubierto.

Un príncipe había actuado con humildad ante el estimado invitado presente, Cerdina inhaló bruscamente y miró ferozmente a la inocente sirvienta temblorosa, que temía incluso de mirarla directamente a los ojos.

Leah no podía encontrar su calzado. Escondió sus pies en lo profundo de su vestido, esperando que eso impidiera que Ishakan la volviera a tocar provocativamente.

Ishakan se rió modestamente, con un destello de diversión en sus ojos. Su suave estruendo le hizo cosquillas en las orejas y la hizo querer esconderse. Ella sintió un empujón bajo la mesa, y rápidamente volvió a poner sus pies en el delicado calzado que Ishakan le había robado.

Blain agarró el cuchillo en su mano, el tenso agarre le dificultaba cortar su comida. Su aromático cordero preparado con tomillo y lavanda, estaba intacto.

Parecía estar tratando de soportarlo de alguna manera. Pero en el momento en que sus ojos se encontraron con los de Ishakan, que sonreía tranquilamente al otro lado de la mesa circular, finalmente, con un gesto brusco, volvió a dejar el cubierto.

El furioso príncipe, que había estado ignorando a Ishakan hasta ese momento, le habló por primera vez.

"¿La comida se adapta a tu gusto?"

La diversión se reflejaba en la cara de Ishakan. Parecía estar disfrutando burlarse de Blain. Blain continuó hablando.

"He escuchado que es difícil conseguir ingredientes en el desierto de arena, pero me preocupa que la comida desconocida no sea de tu gusto."

Aunque las palabras de Blain implicaban que la comida que Ishakan estaba comiendo era mucho más valiosa que una comida normal, la expresión de Ishakan seguía siendo la misma; relajada y despreocupada. Ishakan era un rey después de todo, no importa cuán rara fuera la comida, ¿Había algo que no pudiera conseguir? Ishakan abrió brevemente la boca.

"Más de lo que esperaba..."

Inclinó la cabeza, sus ojos se voltearon para mirar a Leah. Desde sus grandes ojos de amatista, hasta su pequeña nariz, sus labios carnosos y su pequeña barbilla, hizo un recorrido de su cara con sus ojos. Viajando más lejos, llegó hasta donde su piel de porcelana se encontraba con el cuello de su vestido, que estaba suavemente envuelto alrededor de sus hombros, como un capullo de seda.

Sus ojos la destrozaron, examinando cada suave curva y la textura de la belleza que tenía delante. Pronto, buscó un pañuelo de servilleta, intrincadamente bordado con encaje. Y con la punta de sus dedos. lo llevó tranquilamente hacia su boca.

"...Mucho mejor."

Era extraño observar el afecto que podía expresar con un tono ligero, agradable y tranquilo. Para alguien que era una absoluta bestia en las sábanas, y sabía cómo usar su cuerpo masculino para hacer sentir bien a una mujer, parecía sorprendentemente amable. Con una indescriptible mirada, susurró.

"Quiero quedarme en Estia por mucho tiempo."

El rechinar de dientes se podía escuchar desde el lado opuesto de la mesa. Los ojos de Blain se volvieron mortalmente pálidos. Su sarcasmo para humillar a Ishakan, no había hecho ni un pequeño rasguño. Frente a un hombre que representaba la encarnación feroz de una bestia, las palabras punzantes eran débiles; todos ladraban pero no le mordían.

En este punto, incluso el torpe rey de Estia parecía reconocer que la situación había tomado un giro extraño. El rey de Estia miraba a Blain e Ishakan con perplejidad. Sin embargo, el rey de Estia había estado mucho tiempo sin prestarle atención a ambos.

Blain estaba tan furioso, que omitió la delicada situación política, y abrió la boca.

"Escuché que el Rey de los Kurkan aún no se ha casado."

Y continuó diciendo lo que no debía decir. "¿Saquearás a una novia en Estia?"

Sorprendida, Leah lo agarró por el antebrazo, pero él inmediatamente le sacudió la mano.

"Blain."

Sintiendo la gravedad de la situación, el rey de Estia también gritó su nombre, en señal de advertencia. Pero a pesar de las advertencias de su familia, Blain se negó y las ignoró.

"Al menos espero que el rey no haga eso."

Blain terminó sus palabras retorciendo su boca en una mueca de desprecio.

"Se considera un acto barbárico en el continente."